- Al celebrar el nacimiento del Señor Jesucristo, nuestros pensamientos se vuelven a la sagrada ocasión cuando El nació, “El príncipe de Paz”, El prometió: “el que sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Ciertamente, Jesucristo es nuestro Salvador y Redentor quien “herido fue por nuestras transgresiones… y por sus heridas fuimos nosotros sanados”.
Es nuestra oración en esta época de navidad que la luz y el testimonio de la divina misión del Salvador venga a nuestros corazones y se refleje en nuestras vidas y en nuestros hogares.
Que cada uno de nosotros sea bendecido, no solo en esta navidad, sino también durante este año venidero. Que nuestra fe en Jesucristo aumenta el seguir su ejemplo en todo lo que hacemos y decimos.
Con amor:
Presidencia de la primaria
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